lunes, 17 de marzo de 2008

Un besito y a dormir

No sé a qué puñetas viene el título, era la frase que se me pasaba por la cabeza en aquel momento.
Bueno, como llevaba mucho tiempo sin aparecer por aquí y como da la casualidad de que conseguí sobrevivir a toooodos los exámenes, he pensado que podía dar por culo un ratito mientras preparo el café.
La verda es que no tengo mucha idea de qué escribir ahora... Debería haberlo pensado antes de comenzar a teclear... Ya es tarde.
La verdad es que estoy un poco alucinado con todo esto de la Semana Santa. Será porque la mayoría de las cosas que se hacen en estas fechas escapan a mi entendimiento. Por ejemplo, la manía de vestirse como payasos. Este año la Semana Santa ha caído muy pronto, pero los carnavales ya acabaron y si a la gente no le dio tiempo de lucir sus modelitos, que se esperen al año siguiente o que se vayan a la convención manga, que al menos se confundirán entre los frikis (weno, solo algunos).
Y después eso de ir con la ventanilla del coche bajada y la musiquilla semansantera a toda pastilla... Dan ganas de matar al conductor, que cuando lo miras descubres que es otro de estos payasos disfrazados.
Aunque lo mejor son las masas de personas que se arremolinan en sitios donde normalmente hay que ir con cuidado de no chocarse con nadie.
Además, ¿dónde está toda esa gente el resto del año?
Como bien decía Grego, preparando sus disfraces.
Pero bueno, los consejos para pasar una buenísima Semana Santa son:
1.-No salir de casa sin una sábana morada echada por lo alto.
2.-Ir atropellando a la gente que te impide el paso. Total, la calle es nuestra.
3.-Llegar a la plaza más grande de la ciudad y sentarse en un banco con buena compañía a contemplar y criticar los modelitos de la gente.

Pero si eres de las personas que temen salir de casa en esta época, lo mejor es quedarse en casa viendo a los pringaillos muriendo axfisiados en el barullo de gente de la calle. Aunque siempre está la opción de cambiar de canal y ver un partido de fútbol. O directamente apagar la tele.

Bbuufff.... Bueno, creo que ya me he desahogado bastante... Y ahora... un aviso importante:
en estas fechas taaaan religiosas hay cierta persona que le da por aparecer. Shûichi lo conoce bien: fue él quien le enseñó todo lo que sabe.
Así que si entre paso y paso os encontráis con un tío guapo, alto, de ojos azules, con una túnica (o vestido de nazareno), que dice que llamarse Fray Angélico (también conocido por Padre Ángel), tenéis dos opciones: correr y huir de ese lunático pervertido, o quedaros a conocerlo para que os enseñe sus preciadas artes... Eso sí, si decidís conocerlo, dádles recuerdos de mi parte.

Y ya no os aburro más, que voy a seguir con mi huelga de pijamas rosas y café amargo.
Tened cuidado con los nazarenos que se os acerquen y con los caramelos que os den.

Kisus venenosos.

Yuki el penitente.

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